Un proyecto se divide en etapas según los requisitos específicos, manteniendo esta estructura: 1) entrevista inicial para definir alcance y prioridades; elaboración y aceptación de propuesta; 2) estudio técnico y análisis estadístico o financiero; 3) presentación de resultados y recomendaciones.

En la etapa 2 hay una comunicación constante con el cliente para aprobar avances.

Dependiendo del tipo de proyecto, se pueden requerir desde 2 horas a la semana hasta 8 horas en total por semana durante la duración del proyecto.

Nuestras soluciones son ideales para compañías que atraviesan un punto de inflexión o un proceso de formalización, así como para aquellas que buscan tomar decisiones de crecimiento controlando el riesgo de la inversión.